Este compuesto se utiliza en la industria alimentaria, la cosmética y la farmacéutica. Te invitamos a descrubrir qué es, para qué sirve el ácido málico, cómo se obtiene y cuáles son sus múltiples usos.
¿Qué es el ácido málico?
El ácido málico, también conocido como ácido hidroxisuccínico, ácido 2-hidroxibutanodioico o E296, es un compuesto orgánico. Se encuentra en distintos alimentos ácidos o agrios, sobre todo en verduras y frutas como manzanas, uvas, peras, cerezas y duraznos.
Este compuesto juega un papel importante en el ciclo de Krebs, sobre todo en la obtención de adenosín trifosfato (ATP). El ATP es esencial para dar energía al organismo.
¿Cómo se obtiene?
Este ácido puede obtenerse de manera natural a partir de las frutas y vegetales, o bien por síntesis química en laboratorio. En su forma sintética, se caracteriza por ser cristalino, inodoro y soluble en agua. Esto lo hace un ingrediente versátil para distintas aplicaciones.
Ácido málico: ¿para qué sirve?
Por su amplia gama de propiedades, se emplea en:
Industria alimentaria
El ácido málico se utiliza dentro del sector alimentario como aditivo acidulante. Su función principal es enmascarar sabores desagradables y resabios amargos.
Se añade a los refrescos, junto con los ácidos cítrico y fosfórico, para atenuar la dulzura producida por los azúcares. De igual forma, se utiliza en la elaboración de tortillas de trigo, golosinas, gelatinas, confitería, helados y mermeladas.
Se agrega a las bebidas saborizadas en polvo y el vino. Así como el ácido tartárico y el láctico, el málico es un acidificante permitido en la vinificación por las normas vigentes.
Industria cosmética
En el ámbito de la cosmética, el ácido málico destaca por sus beneficios en el cuidado de la piel, pues contribuye a:
- Suavizar la piel.
- Proporcionar hidratación y combatir la sequedad cutánea.
- Atenuar la apariencia de las arrugas y las líneas de expresión en la cara.
- Cerrar los poros.
Este ácido, junto con los ácidos glicólico, láctico y mandélico, forma parte de los alfa hidroxiácidos (AHA). Los AHA actúan como exfoliantes y favorecen la eliminación de células muertas, lo que da pie a la renovación celular.
Por todas las razones anteriores, se incluye en la fórmula de muchas cremas, mascarillas, lociones, tónicos y otros productos para el cuidado facial. Es uno de los componentes principales de los shampoos, debido a que también ofrece beneficios en el cabello:
- Limpieza: facilita la eliminación de suciedad derivada de la contaminación, así como de los residuos que dejan otros productos capilares.
- Brillo: aporta luminosidad y hace que el cabello tenga una apariencia sedosa y radiante.
- Suavidad: actúa como un acondicionador que suaviza la textura del pelo.
Suele añadirse a las pastas de dientes y los enjuagues bucales debido a su capacidad para disminuir la sensibilidad dental. También contribuye a estimular la producción de saliva y eliminar bacterias en la boca.
Industria farmacéutica
Hay fármacos para tratar problemas respiratorios y laxantes que incluyen ácido málico. Algunos productos con esta sustancia reducen la fatiga crónica y los dolores musculares.
Al intervenir en la formación de ATP, puede aprovecharse para elaborar suplementos deportivos. Este ácido incrementa la resistencia física al hacer ejercicio.
¿Su uso es seguro?
En México, el ácido málico está aprobado para su uso como aditivo alimentario bajo buenas prácticas de fabricación. Sin embargo, como cualquier otra sustancia, puede provocar reacciones o efectos secundarios en algunas personas. Entre los más comunes se encuentran:
Irritación de piel y ojos al tener contacto directo. Problemas digestivos. Hinchazón. Dolor de cabeza.
Para evitar riesgos, es importante considerar las recomendaciones que se dan en torno a su concentración adecuada. La cantidad de ácido málico debe estar bien controlada para garantizar la seguridad de los productos. Estos deben cumplir con las normas de seguridad pertinentes, por lo cual, sus procesos de calidad deben ser rigurosos.